...En
un aula de clases, se encuentra una docente explicando sumas y restas, pero percibe en el rostro de sus alumnos una mirada vacía hacia el pizarrón,
inquietando así su forma de enseñanza, al darse cuenta que no está avanzando
decide buscar una forma de enseñar la maravillosa experiencia de las matemáticas,
donde se estimule el interés de las mismas a través de estrategias didácticas que
le permitan fijar un conocimiento perdurable en el tiempo a sus estudiantes, transformando
de esta manera la rutina de la clase….
Con
el ejemplo anterior, se perciben dos momentos, un antes sin avances y un después
progresivo, luego de aplicar las estrategias didácticas acorde a la situación del
momento. Es así, que la aplicación de este novedoso método de enseñanza ha
mejorado los procedimientos educativos, ya que la educación sigue siendo la respuesta
pedagógica estratégica para dotar a los estudiantes de herramientas
intelectuales, que les permitirán adaptarse a las incesantes transformaciones
del mundo laboral y a la expansión del conocimiento.
Ahora
bien, (Montes de Oca y Machado, 2011), indica que las estrategias se aplicaran de acuerdo “a la planificación
de acciones a corto, mediano y largo plazo; no serán estáticas, y susceptibles
al cambio”. Tomando en consideración los
aspectos como el diseño y el empleo de objetivos de enseñanza, preguntas
insertadas, ilustraciones, modos de respuesta, organizadores anticipados, redes
semánticas, mapas conceptuales y esquemas de estructuración de textos, entre otros.
Lo planteado permite expresar los
aspectos más generales de las estrategias en el ámbito pedagógico, sin llegar a
una definición exacta de las mismas. Específicamente, al realizar la distinción
entre estrategias de enseñanza y estrategias de aprendizaje, es necesario
partir de la idea de que el proceso de enseñanza-aprendizaje es síntesis, por
lo que ha sido un error divorciar uno del otro.
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